ACADEMIA DE HISTORIA DE CUNDINAMARCA


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EL TRIUNFO DE LAS IDEAS

 

Podemos afirmar que ese proceso,  considerando  sus antecedentes, tiene claramente dos partes: la primera,  la que cubre los años finales del siglo XVIII, en que llegan los vientos de la ilustración, en que se dan a conocer los Derechos del Hombre y del Ciudadano y se promueve y alcanza la rebelión contra la autoridad española, se conforma una Junta de Gobierno, se proclama una Constitución,  se retoma el nombre de Cundinamarca y se busca organizar el Gobierno de la República de Cundinamarca. Esta parte es la que hemos dado en llamar “el Triunfo de las Ideas”.
            Posteriormente, vendría la Reconquista Española que encabezó Pablo Morillo, la cual obligó a constituir y organizar  un ejército que adelantó la Campaña Libertadora y alcanzó el triunfo en Boyacá.  Esta es la segunda parte que debemos referir como  “el Triunfo de las Armas”. De ésta manera se recuperó el domino del territorio  y se pasó a organizar un Gobierno Nacional y a conformar, ahora de mejor manera, unas fuerzas armadas para garantizar la nueva estructura de poder que debe defender la libertad y la igualdad, en síntesis,  la democracia en todos sus componentes.
            Volviendo sobre la primera parte de nuestro proceso libertario, encontramos  que Nariño fue el gran ideólogo, el gran líder, el gran sacrificado, pero que no declinó ni un día en su lucha hasta alcanzar el propósito de la independencia. Por eso se le ha ungido con el título de “El Precursor de la Independencia Nacional”. Desde luego que junto a él se destacaron otros próceres, pero indudablemente Nariño es la figura descollante  por su arrojo, abnegación y perseverancia, aunque por causas del infortunio hubiera sido el gran ausente al momento de dar el Grito de Independencia en Santafé.  No dejemos nunca de tener presente que cuando estos hechos se precipitan Nariño estaba preso en Cartagena justamente por promover las ideas revolucionarias que tuvieron origen en Francia en la Asamblea Nacional Constituyente de 1789 y que encabezan los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
            A los cundinamarqueses de hoy, se nos presenta una oportunidad muy especial en el presente año al conmemorar el Bicentenario  de la Independencia de Cundinamarca, ocasión que debemos aprovechar para recordar cómo se sucedieron los acontecimientos que llevaron a la constitución de nuestra Primera República y tener conciencia del origen de los principios y sistema de gobierno que hoy tenemos. Para entender el presente, siempre es necesario dar una mirada al pasado  y allí encontraremos las respuestas a los múltiples interrogantes que de las situaciones que hoy vivimos, se derivan.
            Al mantener viva nuestra memoria histórica estamos fortaleciendo el eje medular de nuestra identidad. Sirva esta gran jornada del Bicentenario de la Independencia de Cundinamarca para enriquecer y  afianzar nuestra identidad y tener muy presente,  que,  con Antonio Nariño se alcanzó el “triunfo de las ideas”.

 

ACADEMIA DE HISTORIA DE CUNDINAMARCA
J. David Rubio Rodríguez
Presidente