ACADEMIA DE HISTORIA DE CUNDINAMARCA

 

 

El Puente del Común

Una de las obras que nos dejara la ingeniería civil en el Virreinato, fue el llamado Puente del Común, que aun se conserva. Su construcción data de finales del siglo XVIII y se debe al espíritu progresista del virrey don José de Ezpeleta. El costo total de la obra fue de 100.000 pesos y fue necesaria para salvar los obstáculos del rio Bogotá en la frecuente comunicación y en el comercio que en este tiempo se tenia con los partidos de Zipaquirá, Tunja, Vélez, Socorro, San Gil, Girón, Sogamoso y Los Llanos.

Sometido al trafico vehicular hasta la segunda mitad del siglo XX, fue sometido a completas reparaciones en el año de 1951, gracias a la oportuna intervención de los miembros de la Academia Colombiana de Historia, sin que tales trabajos hubieran desvirtuado en parte alguna su fisonomía antigua.

El Puente esta situado a treinta kilómetros de Bogotá y tiene una longitud de treinta y dos metros. El grueso de las bóvedas es de seis metros aproximadamente, y la altura hasta el piso del puente , de siete metros y medio. La construcción esta formada por cinco arcos carpaneles y el central tiene un diámetro de seis metros escasos. Los laterales decrecen en tamaño y alcanzan cinco y cuatro metros respectivamente. Los estribos son fuertes y para evitar el impacto de las avenidas del rio están provistos de tajamares que rematan en ornamentos esféricos de estilo herreriano. En los extremos de la construcción existen plazoletas semicirculares. Los muros laterales están adornados con doce pilastras de coronamiento piramidal, rematadas por ornamentos esféricos y colocadas de tramo en tramo de los pretiles. La terminación de los antepechos de las plazuelas esta señalada con columnas molduradas, de noventa centímetros de altura, las cuales soportan hermosos jarrones.

La obra, que es de ladrillo en su arquería y de piedra en el resto de la construcción, fue concluida en diciembre de 1792, según reza en inscripción labrada en una de las columnas, y dirigida por el famoso arquitecto Esquiaqui, quien a la sazón construía otras obras en el Virreinato. Además de su valor arquitectónico, el Puente del Común fue teatro de grandiosos episodios históricos, por haberse librado en sus alrededores acciones gloriosas que tuvieron hondas repercusiones en la vida de la nación.

por Luis Duque Gómez