"Yo conocí la Sabana en mi infancia íntegramente sembrada de trigo -escribirá-. Y una de las ceremonias más atractivas para los adolescentes era la trilla". 1 "De niño le gustaba herborizar en los campos vecinos de esta altiplanicie". 2
Abelardo Forero hizo sus primeros estudios en el Instituto Aponte, de Facatativá, y de de éste pasó a terminar su bachillerato en el colegio San Bartolomé, en Bogotá, donde se despertó su amor por la historia y empezó a cultivar el arte de la oratoria.
Fue lector oficial del comedor de San Bartolomé, hizo parte del coro de San Ignacio, se aficionó a la música clásica y sus maestros le enseñaron a querer y disfrutar la lectura a la que desde entonces dedicaría tres horas diarias.
Para estudiar en Bogotá solía desplazarse en el ferrocarril que viniendo de Girardot, pasaba por Faca y luego por Madrid, Mosquera y Fontibón para llegar finalmente a la Estación de la Sabana, situada al occidente de la capital. "Como buen estudiante pobre viajaba en vagones de tercera clase en compañía de sus amigos y condiscípulos. Tan alegre tropa siempre encontraba placentero el recorrido. Recuerda cómo los niños de Faca identificaban el tren por el pito de la locomotora. Desde que sonaba en Zipacón ya la gente sabía cuál era el que se aproximaba". 3 A veces en los tumultos del transbordo, las frutas que venían de tierra caliente rodaban por todos lados.
Tras completar su bachillerato inició la carrera de Derecho, la cual no terminó, pues, según explicó a sus familiares, "él no necesitaba grados, debía seguir estudiando y tenía que graduarse en todo". De modo que fue un autodidacta, haciendo honor a ese concepto de que muchas veces la mejor universidad es una buena biblioteca.
En los años siguientes, gracias a su talento y a su amor por el estudio, este ilustre hijo de la provincia cundinamarquesa alcanzaría las más elevadas posiciones intelectuales y políticas.
Fue un hombre de múltiples facetas: periodista, historiador, político, funcionario público, diplomático, estudioso de la sociología, educador y crítico literario.
El periodista Ayax refiere que los primeros artículos de Abelardo Forero fueron publicados en la revista Universidad, dirigida por Germán Arciniegas, hacia 1932. Tres años más tarde, José J. Ortega, en su 'Historia de la literatura colombiana', lo menciona como "uno de los destacados campeones en las lides periodísticas".
Desde joven, Forero Benavides se fue perfilando como uno de los más importantes ensayistas de nuestro país.
En cuanto a su carrera política. Juan Gustavo Cobo afirma que "fue una de esas eminencias juveniles descubiertas por Alfonso López Pumarejo".
¿Cómo lo descubrió? Posiblemente como una joven promesa del liberalismo. Fue concejal y diputado a la Asamblea.
El presidente López lo conoció, captó su talento y envió a Ginebra a la Liga de las Naciones. El cuerpo diplomático fue para él una tribuna desde la cual pudo asomarse a los grandes acontecimientos mundiales y conocer algunas de las personalidades más destacadas del siglo XX, como Litvinov y el propio Hitler, a quien conoció durante una recepción diplomática en Alemania
De regreso a Colombia, y con sólo 30 años, fue designado gobernador de Cundinamarca, cargo que ejerció por algo más de un año entre el 11 de agosto de 1942 y el 24 de agosto de 1943. Siendo gobernador, colocó en 1942 la primera piedra en la nueva sede de la Escuela de Artes y Oficios de su población natal, más tarde renombrada Instituto Técnico Central de Facatativá, cuyos empleados y maestros empezaron a ser pagados por el departamento. La institución había sido iniciada en 1940 por el educador Ismael Bohórquez Medina.
En 1943 empezó a circular el Semanario Sábado, una revista de contenido político-literaria, fundado por Plinio Mendoza Neira y Armando Solano, en la que empezaron a colaborar personajes como Hernando Téllez, Eduardo Carranza, Eduardo Caballero Calderón, Rafael Azula Barrera y Juan Lozano y Lozano, entre otros. Forero Benavides recibió el encargo de dirigirla en 1947. 4 Desde el principio fue una revista que fomentaba el diálogo nacional.
Desde muy joven Abelardo Forero militó en el Partido Liberal y tomó parte en la agitada lucha política de su época. Pero sin incurrir en el sectarismo como le ocurrió a muchos de sus contemporáneos. Por el contrario, en sus diversas intervenciones públicas llamaba a la concordia. Es de anotar, por ejemplo, que durante el Bogotazo, Forero Benavides, entonces secretario del Ministerio de Gobierno, se encargó de buscar la paz entre los partidos, como lo señala la periodista Liliana Martínez. 5
Escribió perfiles biográficos de algunos líderes de su época como Gaitán, Laureano Gómez, Eduardo Santos, López Pumarejo y Darío Echandía.
Es autor además de numerosos ensayos y artículos sobre temas políticos, los que hoy pueden consultarse en las hemerotecas de la Biblioteca Nacional y la Luis Ángel Arango. Sus escritos periodísticos revisten gran valor documental para quien aspire a entender la agitada vida política colombiana del siglo XX.
Como funcionario hizo parte tanto de gobiernos liberales como conservadores e igualmente del régimen encabezado por el general Rojas Pinilla.
El presidente Ospina Pérez lo nombró embajador en la Argentina, donde conoció al general Perón, para entonces presidente de esa nación. Entre sus actuaciones en el ejercicio de la diplomacia están los asilos que concedió a los excancilleres Remorino y Bramuglia, quienes se sentían amenazados por el régimen.
Al morir Evita Perón en 1952 nuestro diplomático escribió una conmovedora página acerca de sus últimos días.
Tres años después, Forero Benavides será testigo también de la caída del régimen peronista.
Entre los cargos públicos más importantes que desempeñó, hay que mencionar que fue:
- Gobernador de Cundinamarca, entre agosto de 1942 y agosto de 1943.
- Ministro de Trabajo, Higiene y Previsión Social (titular), nombrado por López Pumarejo, en 1943.
- Embajador en la Argentina. H. 1950-55.
- Ministro de Gobierno (titular) en 1970, durante la administración del Dr. Misael Pastrana.
- Ministro de Defensa Nacional (encargado) en 1971.
- Ministro de Justicia (encargado) en 1972.
- Representante a la Cámara.
- Senador de la República en ocho oportunidades, como lo señala la periodista Liliana Martínez. 6
En 1992, alertó sobre la crisis de las estructuras políticas: "los partidos políticos se han venido desintegrando, perdiendo fuerza y unidad. Ya no existen programas. En las convenciones no se habla de temas éticos".
Su análisis sobre el debilitamiento programático de los partidos tradicionales nos llama hoy a la reflexión.
Por otra parte, consciente de la importancia de la labor educativa, brindó sus luces a las nuevas generaciones desde la cátedra universitaria, la cual impartió en la Universidad Nacional, en la Jorge Tadeo Lozano, en la Universidad de América, en la Universidad del Rosario y en la Universidad de Los Andes, donde se desempeñó como profesor y decano de la Facultad de Humanidades a partir de 1958. 7
Respecto al crucial tema de la educación, en 1980 escribió:
"¿Cuáles son los objetivos de la universidad? En primer término, preparar las clases dirigentes dentro de la sociedad colombiana y los equipos profesionales. Difundir la cultura en todos los sectores. Facilitar el ascenso y el perfeccionamiento intelectual de todos los que poseen anhelos de superación. Contribuir al estudio e investigación de los problemas del país y a su solución. Formar, y no solamente informar a las juventudes dentro de una ética. Esa es una palabra con frecuencia olvidada y a la cual hay que darle su prístina vigencia". 8
Algunos años más tarde, señalaba con preocupación:
"La educación que se está impartiendo en Colombia no es la más adecuada para la formación integral del individuo. Hay que devolverle su contexto ético moral a todo lo que hoy es simple instrucción. Mientras no vuelva a impartirse una educación en la que se introduzcan los aspectos éticos y morales, de nada servirán todas las leyes que se están creando".
La revista Semana registra que: "Forero Benavides encarnó como pocos el intelectual bogotano. Aunque era culto como pocos, maestro y conferencista, jamás hizo alarde de sus conocimientos. Por el contrario, le encantaba enseñar la historia de una manera fresca y agradable, lo que hacía que los alumnos de la Universidad de Los Andes se pelearan los cupos disponibles".9
"Su curso de Historia Moderna en la Universidad era en fin, un deleite para sus alumnos y alumnas, que admiraban su memoria y un cierto sabor humorístico en la descripción de sus héroes a través de sus anécdotas, que archivaba religiosamente. Revivía a los personajes a través de sus palabras, cautivaba al auditorio (…) Tenía una gran simpatía personal".10
Uno de sus discípulos, el Dr. Guillermo Trimmiño, afirma que "Abelardo Forero fue un maestro en todo el sentido de la palabra".
Como historiador Abelardo Forero Benavides escribió notables libros sobre la historia de Colombia, entre estos:
'Impresión y represión de los derechos del hombre'. (1967).
'El 20 de Julio tiene 300 días'. (1967).
'El siglo XIX, galería de sombras' (en el cual traza semblanzas de Nariño, Bolívar, Santander, Obando, Mosquera y Núñez). (1978).
'Las cartas infidentes, 1830'. (1979).
'Francisco de Paula Santander' (biografía). (1988).
'Aproximaciones a la historia de Colombia'.
'Momentos y perfiles de la historia de Colombia'. (1993).
También fue un profundo estudioso de la historia universal. Entre sus libros acerca de ésta hay que citar:
'La victoria de los vencidos'. (1940).
'La Historia de Francia'. (196?).
'El mundo eslavo'. (1965).
'Cromwell y Rousseau'. (1966).
'Cuatro coches ruedan hacia Bayona'. (1967).
'Ocho momentos de la historia universal', (1967)
'Grandes fechas'. (1979).
'La Primera Guerra Mundial'.
'Contextos' (1978) y
'Momentos y perfiles de la historia universal'. (1993).
Entre sus semblanzas biográficas mencionemos: las de Savonarola, Mirabeau, Lincoln, León Blum, Pierre Laval, Gandhi, Hitler, Stalin, Churchill, Truman y Kennedy.
Dedicó además importantes páginas a analizar los acontecimientos políticos contemporáneos sucedidos en Europa, Rusia, Norteamérica, el Medio Oriente, Vietnam, China y América Latina. Fue uno de los hombres mejor informados de su época.
Forero Benavides era un demócrata y en diversas ocasiones denunció los atropellos de las ideologías extremistas. Decía, por ejemplo: "Las tres familias en la historia de la revolución: jacobinos, comunistas, hitlerianos, son los tres tipos más fanáticos que han alterado el curso de los acontecimientos, a nombre de la libertad, a nombre de la clase, a nombre de la raza (…) Se consideran depositarios de la verdad. Se creen virtuosos e infalibles, como todos los fanáticos. Quienes no piensan como ellos son herejes que deben ser exterminados". 11
En 1992 la universidad de Los Andes publicó el libro 'De la Europa victoriana a la pos-hitleriana', una antología de sus lecciones magistrales en ese claustro.
Aunque estudió los acontecimientos de diversas épocas, el siglo XX, con sus vertiginosos cambios políticos, tecnológicos y sus hondas transformaciones sociales, fue uno de los que más atrajeron su atención.
Analizó eventos como la caída de las cinco grandes dinastías que se produjo entre 1912 y 1918: los Hohenzollern, Habsburgos, Romanoff, Manchús y Otomanos. Luego el surgimiento del comunismo y el fascismo. La Segunda Guerra Mundial, y el cambio de orden mundial que siguió a ésta.
Anotaba que en los siguientes años se consolidaron dos superpotencias: la Unión Soviética y los Estados Unidos, en un segundo nivel (en la escala del poder militar, político y económico) cinco potencias: Japón, Alemania, Francia, China e Inglaterra, y luego en un nivel inferior de tres poderes intermedios: India, Italia y Canadá.
Conceptuaba que "las dos guerras mundiales, promovidas por los europeos, sin prever las consecuencias remotas, determinaron el hundimiento de los imperios (…) y fue necesario el agotamiento de las naciones europeas, para que la Unión Soviética apareciera, a su vez irresistible". 12
Respecto al contexto de la Guerra Fría, hacía las siguientes reflexiones: "La frontera dejó de ser geográfica y va más allá de la inmensidad de los linderos. En la lucha entre el occidente y el comunismo, asumió una nueva forma imprecisa y flexible. El compromiso de sostener a los pueblos que luchan contra la infiltración de un credo explosivo, determinó las acciones en Corea y Vietnam. La política americana y la rusa pasaron a ser planetarias. Su enfrentamiento tiene lugar en todas las regiones del globo". 13
Otro aspecto de los siglos XIX y XX que lo impresionaba era el cambio de las velocidades en el transporte, el cual consideraba que tenía y tendría hondas implicaciones sociales, políticas y culturales. "Entre el hombre que sobre sus pies recorre cinco kilómetros por hora, o sobre el lomo de un caballo logra los veinte kilómetros y en la locomotora llega a los doscientos, en el avión de transporte a los mil y en el cohete a los 7.000 kilómetros por hora, no han transcurrido sino ciento cincuenta años de evolución técnica". 14
Consideraba que: "El gobierno mundial, es decir, la concentración del poder en un solo foco, es una hipótesis realizable y verosímil, gracias a las técnicas de comunicación y transporte (…) El planeta que habitamos es mucho menos extendido, en relación con las velocidades actuales, de lo que fue Suiza en el siglo XVII". 15
Pasando a otro tema, con referencia a sus estudios de análisis literario citemos sus semblanzas de Rainer María Rilke, André Maurois, Honorato de Balzac, Gustavo Flaubert, Hermann Hesse, Gregorio Marañón, y T.S. Elliot. A Proust lo consideraba el mejopr escritor del siglo XX.
Fue un profundo conocedor de la poesía francesa y solía recitar con fluidez muchos de sus apartes.
Acerca de los escritores colombianos, hay que citar sus perfiles de Alberto Urdaneta, Jorge Zalamea; Rafael Maya; Martinón; Carlos Lozano y Lozano, López de Mesa; Ramírez Moreno y Andrés Holguín. Consideraba a Guillermo Valencia el mejor poeta colombiano.
Sus textos están llenos de sonoridad y brillantes imágenes. Manejó con destreza el castellano y dio a muchas de sus descripciones la contundencia y brío de la oratoria clásica.
Por otra parte, fue un destacado analista de fenómenos sociales como el hipismo, la crisis del arte y la irrupción de los antivalores. Fue un duro crítico de muchas de las tendencias de su época, sin contemporizar con ellas.
Respecto a la historia y el bajo índice de lectura de los colombianos, señalaba: "¿Cómo se puede construir un país si no se tiene una idea de su historia, si no se reconocen sus procesos, sus problemas?, y naturalmente, estamos muy atrasados de noticias respecto a los otros países, vivimos muy absorbidos por nuestros propios problemas". 16
Ejerció el periodismo desde dos vertientes: la prensa escrita y la televisión. Sus artículos y programas tratan principalmente acerca de temas culturales.
Desde el inicio de la televisión en nuestro medio, Abelardo Forero comprendió sus posibilidades educativas. En la década de 1960 tuvo a su cargo un programa cultural llamado "El mundo de los libros" en el cual comentaba las últimas novedades bibliográficas.
En 1964, junto a Arturo Abella, presentó el programa "Debates". Hasta los comienzos de la década de 1970 se vivió una época dorada de la televisión educativa, con personajes tan importantes de la pantalla chica como el profesor José de Recasens, Antonio Panesso Robledo, Alberto Dangond Uribe, el capitán Guillermo Fonseca Truque y doña Gloria Valencia de Castaño.
En los años siguientes ha de declinar la calidad de la TV, a la que don Abelardo llamaba "la visitante de la noche". Entonces desde la prensa escrita, lanzó duras críticas hacia el manejo de ese poderoso medio, convertido ahora en un vehículo de deterioro social.
Al respecto afirmaba: "Con perdón de la TV, las lecciones que el niño recibe en este medio no son éticas, le dañan la conciencia, porque ellos sólo ven monos que no le hacen ningún aporte intelectual, peleas y violencia o amores tenebrosos".
En otro aparte comentaba: "Si a una sociedad, de por sí desmoralizada se suma una televisión desmoralizante, el resultado es fatal y el pueblo puede llegar a convencerse de que todo lo que ve en la pantalla es permisible, porque está autorizada su emisión en la TV".
En 1978 regresó a la pantalla chica, con un nuevo programa cultural: 'El pasado en presente', donde compartiría el set, por cerca de 15 años, con su amigo, el intelectual cartagenero don Ramón de Zubiría, de quien decía: "Tito es un conversador exquisito (…) y un especialista en la literatura española de este siglo como nadie".
Tenía un duro ritmo de trabajo. Aún a los 80 años, en 1992, dictaba ocho cátedras en la Universidad de los Andes: Grecia, Roma, los Árabes, el Renacimiento, la Reforma, la Revolución Francesa y las dos Guerras Mundiales.17
Abelardo Forero Benavides fue miembro honorario de la Academia de Historia de Cundinamarca, y uno de los intelectuales colombianos más destacados del siglo XX.
Brilló como humanista, pensador profundo, escritor prolífico, y sin duda como uno de los más universales entre nuestros historiadores.
El día de su partida, Colombia vio alejarse uno de sus mejores hombres, pero nos queda su obra y la proyección inmensa de su espíritu.
Bibliografía consultada:
a) Libros:
Aparte de los ya mencionados de autoria de Forero Benavides, deben citarse:
- Bazurto Pachón, Jairo. Facatativá tesoro arqueológico. Bogotá. 2004.
- González Díaz, Andrés. Ministros del siglo XX. Presidencia de la República. Bogotá. 1982.
- Ortega, José J. Historia de la literatura colombiana. Ed. Cromos. Bogotá. 1935.
- Sánchez, Luis María. Diccionario de escritores colombianos. Plaza & Janés. Bogotá. 1985.
- Velandia, Roberto. Enciclopedia Histórica de Cundinamarca. T. 2. Bogotá. 1979.
b) Artículos de Forero Benavides:
- Así comenzó la guerra (la Segunda Guerra Mundial). El Tiempo. LD. Bogotá. 3 Sept. 1989.
- Colón pudo descubrir América ocho años antes. Rev. Diners. No 162. Bogotá. Sept. 1983. Pg. 22-24.
- El 13 de junio de 1953: un día con tres presidentes. Rev. Credencial Historia. No 6. Jun. 1990.
- El nombre de América. Rev. Credencial Historia. Bogotá. Feb. 1992.
- El Siglo XX. Rev. Ciencia Política. Instituto de Ciencias Políticas Hernán Echavarría Olózaga. Bogotá. II Semestre. 1991. Pg. 23-35.
- Martinón. El poeta de la ironía política. Rev. Credencial Historia. Bogotá. Marzo 1991.
c) Otros escritos de Forero Benavides:
- La autodestrucción del hombre. Capítulo del libro Ante la guerra nuclear. Médicos para la prevención de la guerra nuclear. Bogotá. 1987.
- Prólogo del libro Panamá y su separación de Colombia, de Eduardo Lemaitre. 1972.
- Prólogo del libro Posiciones, de Álvaro Gómez Hurtado. Bogotá. 1980.
- Semblanza de Miguel Sopó, en el libro Miguel Sopó Duque escultor: vida y obra. Bogotá. 2004.
d) Artículos de otros autores:
- Abelardo Forero Benavides. Rev. Semana. Bogotá. 27 Nov. 2000.
- Adiós al maestro. Rev. Semana. 30 Nov. 2003. www.semana.com
- Martínez, Liliana. Art. Un dramaturgo de la historia. El Tiempo. Bogotá. 26 Nov. 2003. www.eltiempo.com
- Torres Duque, Oscar. Art. Sábado: crónica de un semanario democrático. Boletín cultural y bibliográfico. Banco de la República. No 27. Vol. XXVIII. 1991. www.banrepcultural.org
- Vallejo de Chamorro, Gloria / Fernando Correa Muñoz. Art. El tren y la arquitectura del veraneo. Rev. Habitar. No 19. El Tiempo. Bogotá. 11 Mayo 1985. Pg. 13-14.
- Vega de Ciceri, María Cristina. Art. Instantánea de Abelardo. El Tiempo. LD. Bogotá. 30 Nov. 2003.
e) Videos:
- Abelardo Forero Benavides entrevista con Gloria Valencia de Castaño. www.youtube.com
1- A. Forero Benavides. Prólogo al libro de Álvaro Gómez H. Posiciones. El Siglo. 1980. Pg. 23.
2- Jairo Bazurto. Facatativá tesoro arqueológico. Bogotá. 2004. Pg. 66.
3- Gloria Vallejo de Chamorro/ Fernando Correa Muñoz. Art. El tren y la arquitectura del veraneo. Rev. Habitar. No 19. El Tiempo. Bogotá. 11 Mayo 1985. Pg. 13-14.
4- Oscar Torres Duque. Art. Sábado: crónica de un semanario democrático. Boletín cultural y bibliográfico. Banco de la República. No 27. Vol. XXVIII. 1991.
5- Liliana Martínez. Art. Un dramaturgo de la historia. El Tiempo. Bogotá. 26 Nov. 2003. www.eltiempo.com
6- Liliana Martínez. Ídem.
7- Roberto Velandia. Enciclopedia Histórica de Cundinamarca. T. 2. Bogotá. 1979. Pg. 974.
8- A. Forero Benavides. Prólogo al libro de Álvaro Gómez H. Posiciones. El Siglo. 1980. Pg. 17.
9- Art. Adiós al maestro. Rev. Semana. Bogotá. 1 Dic. 2003.
10- Jairo Bazurto. Op. Cit. Pg. 69.
11- A. Forero Benavides. Contextos. Colcultura. Bogotá. 1978. Pg. 542.
12- A. Forero Benavides. Contextos. Colcultura. 1978. Pg. 490.
13- Ídem.
14- A. Forero Benavides. El Siglo XX. Rev. Ciencia Política. Bogotá. II Sem. 1991. Pg. 24.
15- Ídem.
16- Abelardo Forero Benavides entrevista con Gloria Valencia de Castaño. 1992. www.youtube.com
17- Abelardo Forero Benavides entrevista con Gloria Valencia de Castaño. 1992. www.youtube.com